Basado en los conceptos de la economía colaborativa, Bliive es una red social que genera un ecosistema de talentos compartidos que ya opera en 55 países.
La iniciativa que recibió varios reconocimientos antes de convertirse en una startup social, permite capitalizar las habilidades, talentos y conocimientos de cualquier persona, transformándolo en moneda al promover intercambios de todo tipo.
Y es que, en los últimos años la posibilidad de intercambiar productos y servicios a través de la llamada economía colaborativa ha alumbrado el surgimiento de sectores emergentes como el préstamo de alojamiento entre particulares, el uso de coches compartidos y la realización de tareas mediante colaboración abierta distribuida (crowdsourcing).
Todo ello no habría sido posible sin la tecnología, que ha permitido mejorar los canales de comunicación entre las personas para que éstas puedan crear, ofrecer y consumir bienes y servicios de todo tipo, establecer entre ellas una serie de acuerdos de intercambio y organizar el acceso a ellos.
Utilizar las dinámicas de la economía colaborativa para que las personas enriquezcan su vida y sus relaciones sociales, y puedan explorar nuevas actividades es la meta de la Lorrana Scarpioni, fundadora de la empresa social Bliive. Esta joven brasileña, graduada en Relaciones Públicas por la Universidad Federal de Paraná y en Derecho por el Centro Universitario Curitiba (ambos en Brasil) ha creado, bajo este nombre, una red social colaborativa para intercambio de tiempo que tiene ya más de 15.000 usuarios en 55 países.
Scarpioni está convencida de que todos tenemos “talentos, habilidades o conocimientos para compartir” que, a través de Bliive, pueden usarse “como los activos para crear un ecosistema de colaboración donde el tiempo es la moneda”.
El tiempo es dinero… literal
El procedimiento para empezar a compartir experiencias es sencillo: el usuario se registra en la plataforma de Bliive y ofrece una experiencia, por ejemplo, una clase de pintura de una hora. A cambio, recibe un crédito de Dinero de Tiempo (TimeMoney), la moneda que se usa en la red. A continuación, puede intercambiar ese crédito por cualquier otra actividad que desee realizar de entre las que ofrecen el resto de miembros de la red: aprender a tocar la guitarra, practicar alemán o que alguien le eche una mano con la mudanza, entre otras muchas opciones. También es posible colaborar voluntariamente con una de las ONGs registradas en la plataforma para obtener a cambio créditos de tiempo.
Esta joven brasileña, que fue escogida Global Shaper del Foro Económico Mundial en 2013, decidió crear su start-up en mayo de 2012. Tras ver dos documentales sobre economías alternativas y colaboración en línea, tuvo la idea de crear un banco de tiempo virtual donde la gente pudiera intercambiar este recurso con cualquier persona del mundo. Inició el proyecto ella sola y a los 6 meses ya había construido un equipo formado por dos diseñadores, dos desarrolladores y un abogado.
Aunque existen otras plataformas online basadas en el concepto de banco del tiempo, como TimeRepublik, Scarpioni asegura que Bliive se diferencia, en primer lugar, por el hecho de ser una red social, y en segundo término, por centrarse en el intercambio de experiencias y conocimientos, y no solo servicios profesionales. La joven explica: “Nuestro estatus social se basa en la cantidad de personas a las que ayudamos y las nuevas experiencias que hemos vivido y aprendido. Además, nuestra plataforma es más completa desde el punto de vista técnico, especialmente en lo referente a sus posibilidades y a la experiencia de usuario”. Hasta la fecha han sido registradas en ella 21.000 horas de actividad y se han realizado 1.000 intercambios de tiempo.
Crecimiento y modelo de negocio
En los últimos meses Bliive ha estado trabajando en el cierre de una ronda de inversión para aumentar su “potencial operativo” y mejorar su plataforma, explica Scarpioni. Además, en 2014, fue elegida entre 2.000 competidores como una de las 30 empresas del programa de aceleración Sirius, apoyado por el Gobierno del Reino Unido. Scarpioni explica que este premio permitirá a parte del equipo quedarse en Reino Unido en 2014, donde recibirá ayuda financiera y asesoría para consolidar su red social y demostrar que su modelo de negocio es “altamente sostenible” y tiene “un enorme y creciente potencial”.
Sobre este particular, Scarpioni explica que manejan actualmente tres productos: Bliive para las organizaciones, Intercambio de puntos y Grupos. El primero es una oferta dirigida a empresas, colegios y universidades que quieran potenciar el concepto de colaboración en su entorno a través del intercambio de tiempo. Bliive cobra una tasa “proporcional a su tamaño” y crea para ellos una versión personalizada de su plataforma. “Así pueden descubrir los intereses y habilidades de sus empleados, acercarlos a las ONG, integrar diferentes sectores y crear una cultura de colaboración”, explica Scarpioni.
Por otra parte, el Intercambio de Puntos está dirigido a cafeterías, museos y bares a los que cobran una cuota mensual a cambio de recomendarlos como un lugar “agradable y seguro” al que los usuarios pueden ir a conocerse y a compartir su tiempo. Por último, el producto Grupos de Bliive consiste ofrecer a las universidades y otras organizaciones la posibilidad de que concedan una condecoración a los miembros o estudiantes que participen en la red. “Esto permite una conexión altamente mejorada entre ellos a través de un grupo exclusivo”, asegura Scarpioni.
Durante el próximo año la joven planea “ampliar Bliive aún más” para ofrecer a los usuarios una mejor estructura en “cientos de ciudades del mundo” y convertirse así en “un referente de consumo colaborativo, innovación, sostenibilidad y empresa creativa”. Scarpioni confía en que esto será posible en un corto periodo de tiempo “dado el rápido crecimiento que la plataforma ha tenido en los últimos meses”.
El profesor y coordinador del Centro de Iniciativa Empresarial de la Fundación Armando Alvares Penteado, Marcos Hashimoto, que es miembro del jurado de los premios MIT Technology Review Innovadores menores de 35 Brasil, destaca que Scarpioni ha materializado una idea “verdaderamente diferente e innovadora que está caminando a buen ritmo y ha demostrado un alto impacto social”.
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