Iniciativas pro emprendimiento buscan generar empleos de calidad que compensen los que se perderán por automatización y robots.
Con información del WEF
No sólo ya es algo sabido sino que, además, los tecnofílicos radicales ya han proclamado a los cuatro vientos que el mundo se quedará sin empleo porque muy pronto diseñaremos máquinas que harán lo mismo que nosotros pero mejor.
Las palabras claves de este razonamiento son “muy pronto” y “harán”. Es un futuro en construcción que aún no hemos alcanzado al punto que a franquicia. “Terminator” ya ha retrasado la fecha del fin del mundo más de una década.
Lo cierto es que los analistas más racionales sostienen que a automatización y los primeros robots cumplirán más o menos las mismas funciones que las primeras máquinas: realizar más rápido, mejor y más barato las tareas las tareas REPETITIVAS.
Y aunque todavía hay que preguntarse si la génesis dde Skynet esta en las máquinas de aprendizaje, lo cierto es que, en principio, e trabajo repetitivo (¿de obreros?) debe ser sustituido-compensado por habilidades de gestión, mantenimiento y diseño de esos mismos robots.
Es decir, se requiere de trabajos que apelen más a la inteligencia creativo y hasta social, por aquello de generar mejores soluciones pensando en el colectivo.
Más HUMANO de todas todas.
Las tres “C”
Leonardo Quattrucci, Policy Assistant to the Head of the European Political Strategy Centre, European Commission, considera que aunque la automatización ya está afectando muchos empleos, los retos son la resiliencia, la adaptación, la innovación y el emprendimiento.
“El futuro del trabajo contempla nuevas formas de preservar, compartir, difundir y generar valor económico y social. Los avances en materia de conocimiento y tecnología ya nos han capacitado con nuevas habilidades y soluciones. Estos se reducen a tres “C”: circular, colaborativo y conectivo“, explica.
Considera además que, por más innovaciones circulares y colaborativas que estemos viendo, estas son posibles porque también estamos en la era de la economía colectiva que los drones – en su opinión – ayudarán a mejorar.
El reto, entonces, está en que la innovación alimente el ciclo del emprendimiento mientras se reciclan y reinventan las habilidades que colaboradores y emprendedores deben tener en una sociedad del conocimiento que todos los días apunta más hacia una economía naranja.
Como sea, la automatización no es e fin del mundo.
Pero, si no somos capaces de reentrenarnos, así como aprender a aprender y emprender, para muchos, efectivamente, las máquinas acabarán con su mundo.
Al menos en lo que al trabajo se refiere. Para ver el reporte original de WEF haga clic aquí