Sí, como todo en la vida, la creatividad es algo que se puede cultivar y trabajar, a través de hábitos constantes y disciplinados.
Si algo ha logrado la racionalidad técnica que se impuso luego de la industrialización es que el talento y la inspiración sean un poco menos escasos.
Pues, aunque nadie cree que no haya personas con destrezas naturales excepcionales y gran inspiración, también se han encontrado formas de que otros sin esas dotes obtengan resultados buenos.
¿Cómo? Cultivándolos casi que en un invernadero para controlar – en lo posible – las condiciones de ejecución al máximo y lograr el objetivo.
Hace poco vimos algunos malos hábitos que debería proponerse dejar (para siempre) en 2016. Veamos que hábitos cultivan las personas excepcionalmente creativas.
Hábito #1. Comenzar temprano
Lo sé: si usted es como yo, seguramente torcerá el gesto y reinvindicará su derecho a no ser “tempranero”.
De hecho, es sabido que no todas las mentes creativas son tempraneros (Kafka, Styron) y ciertamente, muchos periodistas no lo somos.
La razón de que este hábito – consejo trascienda las excepciones es, más bien, estadística: la mayoría de los pensadores creativos son madrugadores. Las razones para ello y el uso de estas primeras horas varía pero el consenso es que intentan (como los que escriben de madrugada) evitar interrupciones que los distraigan.
Así que, a menos que usted tenga la disciplina y el talento de Franz Kafka para no dormir y ser funcional, levantarse temprano es su mejor opción.
Para la construcción de este hábito lo que requiere – fundamentalmente – es evitar a toda costa las siestas… por más cansado que se sienta.
A la larga esto lo llevará a acostarse y, por supuesto, despertarse más temprano.
El agotamiento lo vencerá rápido así que pronto se contará entre los madrugadores.
Hábito #2. No olvide el ejercicio
Si comienza a levantarse temprano, seguro se le hará más fácil incluir el ejercicio en su vida. Entre otras cosas porque lo ayudará a despertarse por completo.
Y, si esto no fuera suficiente, se ha obtenido evidencia científica de que el bienestar químico del ejercicio es bueno para potenciar la creatividad.
Este estado de bienestar facilitará la concentración y, con ello, tanto la eficiencia como la productividad.
Ya sea que corra, camine, haga abdominales o cualquier rutina de entrenamiento funciona, encuentre algo que le resulte grato incorporar a su rutina cotidiana.
¿Le parecen duros los dos primeros? Piense que son complementarios y recuerde que, además, hay otros que también puede incorporar a sus hábitos para ser más creativo.
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