Mejorar la productividad no sólo precisa la herramienta correcta sino, también, un uso creativo. Veamos lo que Evernote nos permite hacer.
Factory Pyme | Por Elibeth Eduardo | @ely_e
Afortunadamente y como vimos en nuestra entrega anterior, el que Evernote sea una aplicación global permite que aprovechemos del conocimiento que se genera en el mundo.
Veamos nuestros dos últimos consejos para aprovechar al máximo las potencialidades de esta (mucho más que una) aplicación de notas.
3. Revise el progreso de proyectos moviendo notas entre portátiles
Evernote puede ayudarle a seguir el progreso de los proyectos, oportunidades de negocio, candidatos a puestos y mucho más.
“Esto puede hacerlo mediante la creación de cuadernos y arrastrar – soltar en distintos equipos”, recomendó el consultor de la empresa, Frank Gerber.
Por ejemplo, si está siguiendo el progreso de un acuerdo potencial, puede crear una nota sobre el acuerdo y colocarlo en la Bandeja de entrada de Evernote. Cuando esté listo para incorporar más personas en la tarea, simplemente arrastre la nota a un cuaderno de “Necesidades de debate” y luego comparta con sus colegas para obtener comentarios.
Alternativamente, puede arrastrar la nota a un cuaderno “Rechazar – No es un buen ajuste” o “Rechazar – Considerar más tarde”, si el acuerdo no resulta prometedor.
La idea es crear cuadernos para cada etapa de un proceso, y luego arrastrar y soltar notas entre ellos para indicar el estado.
4. Seguimiento del progreso mediante etiquetas
Mover, arrastrar y soltar sus notas digitales es sólo una forma de hacer seguimiento. Pero, por supuesto, no es la única.
“Un error típico de los usuarios de negocios es establecer un único bloc de notas compartido para toda la empresa y manejar una docenas o incluso cientos de notas en ella. Un mejor enfoque es configurar un cuaderno por proyecto y usar etiquetas para administrar flujos de trabajo”, señala la ejecutiva de ventas independiente, analista de datos y experta en visualización. Olga Tsubiks.
Por ejemplo, todas las tareas pendientes podrían ir en un cuaderno “Administración de tareas”. En este cuaderno, puede agregar una de dos etiquetas a una nota: “para hacer” o “hecho”.
Para tareas más grandes, cree un “Cuaderno de gestión de proyectos” y etiquete las notas con “para hacer”, “en curso” o “hecho”.
“A continuación, puede ordenar las tareas según su estado utilizando las etiquetas que agrega”, sugiere Tsubiks.
Y, si se le ocurren formas mejores de hacerlo, no deje de comentarnos cómo.
Podríamos incluir su recomendación en nuestro próximo recuento.