Wakaliwood y el aprendizaje para América Latina

Aunque en a región hay países con experiencia y trayectoria, el caso de Wakaliwood tiene al menos cuatro enseñanzas para inspirar el cine 3.0 en LatAm.

Factory Pyme | Por Elibeth Eduardo | @ely_e

Cuando vi las primeras imágenes en un reporte de Deutsche Welle en español (@DW_espanol) pensé que era un chiste. Y casi de mal gusto.

Pero a medida que la historia se desarrolló sin ocultar las limitaciones técnicas de este “estudio” ugandés que está sentando las bases para una nueva forma de ver (y hacer) cine alternativo solo tuve una idea en mente: ¿es replicable? ¿O es sólo una curiosidad que atrae a productores, directores y estudiante de cine en Europa que no puede lograr esa atención en ninguna otra parte?

Africa tiene una condiciones muy particulares y millones de historias aterradoras que pueden explotarse así que la respuesta honesta es: “No lo sé”.

Lo que sí se es que, si América Latina de verdad quiere desarrollar sus industrias creativas, Wakaliwood le está diciendo que la tenacidad y el talento pueden compensar la ausencia casi absoluta de dinero (pero no de imaginación) en un mundo en que la tecnología nos permite trabajar con muy bajos costos.

¿Significa esto que industrias de cine como la mexicana o la argentina deben abandonar casi un siglo de trayectoria y comenzar a montar películas con efectos especiales que resultan casi infantiles?

Por supuesto que no. Lo que significa – en términos absolutos – es que los cineastas deben preguntarse qué tipo de historias quieren contar y ver lo que la tecnología les permite hacer al respecto.

Pero, ¿qué es wakaliwood?

Wakaliwood es el nombre que le han dado los analistas a la iniciativa de cine alternativo de acción ultra- violento que Isaac Nabwana viene desarrollando, casi sin dinero, desde el barrio marginal de Wakaliga ubicado en Kampala, la capital de Uganda.

Por supuesto, el sufijo “wood” está osociado a la industria del cine gracias a la más grande del mundo: la estadounidense y el lugar donde está ubicado en California.

Pero, también, distingue a una industria menos privada pero que también ha alcanzado audiencia siderales como lo es la industria del cine en India que tiene el nada despreciable mérito de “atender” a una población que se acerca rápidamente al billón de personas.

Ambas están, sin embargo, enmarcadas en lo que ha sido el cine tradicional. La experiencia de Wakaliwood (por Wakaliga), sin embargo, tiene aprendizajes que vale la pena destacar por separado:

* Guiones originales. Habrá quien diga en el llamado “cine de acción” no hay ideas originales. Pero eso es injusto y no es cierto. De hecho, de Charles Bronson o Chuck Norris a Loopers o Rápidos y Furiosos, por ejemplo, hay una interesante evolución.

Esto sin olvidar que Bruce Willis desarrolló su carrera luego de encarnar un nuevo tipo de héroe – falible y vulnerable – en “Duro de Matar” y que Arnold Schwarzenegger creó una figura icónica del género (combinado con la ciencia ficción) gracias a la película de James Cameron “The Terminator”. Así que se puede innovar en los guiones del cine de acción y lo que hace el creador de. Wakaliwood de incorporar a fans en escenas es algo que sólo permite este nuevo concepto.

*On demand. ¿Incorporar a los fans? Pues si. Y parece que hasta han recibido contribuciones para ser incluidos.

La ventaja del cine on demand por internet que está haciendo Wakaliwood es que puede incorporar guiones de sus fanáticos y hasta la actuación de los mismos.

Esta experiencia interactiva de nueva generación es, sin duda, el primer paso hacia una nueva industria alternativa que, quizás, logre tener sus propios festivales tipo Sundance o Cómic Con. Es temprano para decirlo.

En nuestra próxima entrega veremos más de estas enseñanzas que Wakaliwood le deja a las industrias creativas del mundo.

Veamos ahora el reporte de DW: http://www.dw.com/es/el-reportero-wakaliwood-cine-de-acción-africano/av-36960483