La adquisición del Banco Finterra por Credijusto la hace superar la barrera de los neobanks para ser un hito de las startups en la región.
Desde hace al menos un lustro que la tecnología financiera y los modelos de negocios en torno a ellas tenían oportunidad de generar un proceso interesante en América Latina.
Parte de esta conclusión provenía del hecho innegable de que la bancarización por debajo del 50% de la población en países como México, Colombia o Argentina constituían una oportunidad para las fintechs.
Y así ha sido. Credijusto es una muestra de ello: SOFOM regulada, ofrece:
- Soluciones de crédito
- Arrendamiento financiero a pequeñas y medianas empresas en México.
A través de tecnología y productos innovadores, Credijusto ofrece créditos y arrendamientos desde $200.000 hasta $30 millones de pesos.
Por su parte, Banco Finterra es una Institución de Banca Múltiple que se ha venido especializando en la atención del sector agroalimentario y empresarial de México, a través de soluciones prácticas y reales, con productos crediticios sustentados en las mejores herramientas de crédito y productos de inversión flexibles.
Una operación, dos sectores
De creación reciente, la institución surge en el 2016 de la transformación de régimen de Grupo Finterra S.A de C.V., Sociedad Financiera de Objeto Múltiple con el apoyo de inversionistas Institucionales como Rabobank y DEG.
En conjunto, ambas empresas han fondeado con más de US$ 2.000 millones a PYMES que, en su mayoría, no habían sido atendidas por la banca tradicional.
También hay que destacar que, antes de la adquisición, Credijusto ya había recaudado más de US$ 400 millones de los más importantes bancos y fondos de inversión del mundo como:
- Goldman Sachs
- Credit Suisse
- Point72 Ventures
- New Residential Investment Corp.
- Kaszek
- QED Investors
- John Mack
- Ignia
- Promecap…
- … y LIV Capital
No importa que tanto quiera mostrarse como parte de una reorganización “normal” del mercado (que en realidad, es) la compra de la institución financiera especializada por una startup cambia – de un plumazo – el panorama en ambos sectores y posiciona a Credijusto se posiciona como la primera startup en adquirir un banco en América Latina.
Después de este anuncio muchos banqueros en América Latina no volverán a dormir tranquilos, si es que lo hacían.
La tecnología como palanca
Más allá de los miedos que pueda generar en el sector bancario tradicional está fusión, lo cierto es que también es una muestra de las oportunidades que, para la banca de la región, ofrece todo el sector fintechs. Así:
1. Con esta transacción, se duplica el tamaño y acelera el crecimiento de Credijusto.
2. La expansión Credijusto refleja una tendencia global por parte de empresas del ecosistema financiero digital y de los non-bank de convertirse en instituciones reguladas para facilitar una oferta más diversificada de productos.
“La adquisición de Banco Finterra busca crear en el futuro la primera plataforma bancaria verdaderamente digital para las empresas mexicanas”, comentó Allan Apoj, Co-CEO de Credijusto.
En un mercado donde los bancos se caracterizan por ofrecer poca innovación a las PYMES y se enfocan en grandes empresas, Credijusto ha desarrollado una oferta multiproducto al combinar:
- Aplicaciones innovadoras de ciencia de datos…
- … Y software para la toma de decisiones crediticias.
Fundamenta su operación en cuatro pilares:
- Tecnología
- Servicio experto
- Agilidad
- Flexibilidad
De esta forma, promueve la inclusión financiera y apoya a cerrar la brecha de financiamiento cercana a los US$ 164.000 millones para PYMES en el mercado mexicano, según reportes del Banco Mundial.
“Al combinar nuestro software propietario y nuestra experiencia en ciencia de datos con las capacidades bancarias de Finterra, estamos construyendo un negocio de servicios financieros de nueva generación”, dijo Eduardo Mendoza, Vicepresidente Ejecutivo de la, ahora, neobanks Credijusto.
