Hay tecnologías que perecen sin darnos cuenta. Otras parecen inextinguible como la carta que ha resucitado en el email, sin que luzca que puede ser sustituida realmente.
Con información de Digital Too
La literatura [casi] de todos los tiempos rendia tributo al género epistolar pues la carta llegó así de lejos: era una forma de estructurar la narrativa literaria.
No debería sorprender. En un mundo en el cual las distancias se median en días y años de separación – y no en segundos y minutos como pasa en la actualidad – la carta era EL medio de comunicación de las personas distantes unas de otras.
Tanto las relaciones académicas como las comerciales que no se hacían frente a frente se manejaban por carta y, por tanto, la seguridad y velocidad del correo era vital para mantener las relaciones de todo tipo.
Quizás haya que precisar que, aunque se requería de educación para leer y escribir correos, hacer cualquiera de las dos cosas era – también – un oficio reputado y con mucha demanda: los hacedores de cartas eran la voz de quienes no tenían suficiente educación.
No obstante, el telégrafo primero y, luego, el teléfono con la inmediatez de la llamada amenazaron con extinguir a la venerable y antigua tecnología epistolar.
De hecho, el género literario, como tal, prácticamente desapareció.
De las cenizas
Es curioso que una tecnología que ha favorecido la inmediatez como es Internet represente, además, la resurrección de la carta.
Sin duda es un milagro que compite, sin menoscabo, con el de Lázaro.
Nadie que lee que, hoy en día, se envían – todos los días – el equivalente a una quinta parte de la población mundial, es decir, unos 100.000 millones de correos puede tan siquiera imaginar que la carta está en peligro.
Probablemente tienen razón. Pero eso ocurre hoy luego de que la misa había entrado en una categoría similar a la del Pajaro Dodo pues, en realidad, la correspondencia había quedado apenas para asuntos comerciales y memorandos de oficina.
Internet fue el Fénix de la carta personal y, literalmente, la ayudó a renacer de sus cenizas.
Hoy su existencia, se dice, está amenazada (de nuevo) por la mensajería instantánea y las redes sociales.
De nuevo, parece que sólo las oficinas envían comunucaciones escritas. Y es cierto.
Pero para quienes hemos recibido un correo electrónico de nuestro jefe cuando murió uno de nuestros padres o le hemos enviado a éste una felicitación por sus nuevas nupcias sabemos que la correspondencia personal está lejos de desaparecer.
El email, de aquí a la eternidad
Más allá de los riesgos o no actuales para el correo electrónico, lo cierto es que el eMail cumple 50 años y esto nadie puede decir que no son nada: medio siglo es un tiempo considerable de existencia y un augurio de muchos más, como parecen indicar los actuales volúmenes diarios.
Muestra publicación hermana Digital Too realizó una investigación para mostrar los más importantes hitos ocurridos en este medio centuria. Veamos cuáles son:
Hitos en la historia del email
1961
Inicia el Sistema Compatible entre Tiempo y Recursos Compartidos (CTSS, por sus siglas en inglés) en el Centro de Computación del MIT. Para 1965, cientos de inscritos del MIT y otras universidades de Nueva Inglaterra tenían acceso simultáneo a los computadores del Instituto, desde distintas ubicaciones. Podrían iniciar sesión en el IBM 7094 para almacenar archivos en un disco compartido. Luego descubrieron que podían dejar archivos de texto con nombres como “Para Bill” en directorios comunes, para que los usuarios pudieran leerlos.
1965
El Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) explora el concepto de correo electrónico.
1971
Se envía el primer mensaje de email, a través de la red utilizando “@”.
Ray Tomlinson, ingeniero informático del MIT, trabajaba en un nuevo sistema de envío de mensajes entre ordenadores.
En 1971, inició el uso de la arroba (@) para separar nombres de usuario y máquinas. Ese mismo año, colocó dos ordenadores uno al lado del otro y envió el primer correo electrónico de la historia.
Decía ‘QWERTYUIOP’.
1976
La Reina Isabel se convirtió en la primera jefa de estado en mandar un correo electrónico.
1978
Se inventó el correo electrónico tipo Spam.
Gary Thuerk le pidió a su asistente Carl Gartley que escribiera un mensaje que promocionara un nuevo modelo de computador DEC y lo enviara a los usuarios de ARPANET 393.
La reacción fue asombrosamente negativa, pero sí generó ventas.
Los mails masivos odiados comenzaron a llamarse spam, en referencia a Monty Python.
1982
En julio de este año se usó la palabra email por primera vez en un medio escrito.
1983
Se ofrece al público el primer servicio comercial de correos electrónicos, MCI Mail.
1988
Se lanza Microsoft Mail, el primer producto ampliamente usado por el público pero sólo para Mac.
1989
CompuServe ofrece servicio de emails a sus suscriptores.
Nace la World Wide Web, creada por Tim Berners-Lee utilizando computadoras Nexxt.
1996
Nace HoTMaiL , cuyo nombre derivaba del uso de las siglas HTML.
Fue el primer servicio de correo electrónico basado en la Web de forma gratuita.
Cabe recordar que solo aceptaba 2MB en la bandeja de entrada.
1997
Microsoft lanzó Outlook, su cliente para correo electrónico, que venía preinstalado en Windows.
Yahoo! comienza a ofrecer Yahoo! Mail.
2004
El 1ro de abril de ese año, Google abre Gmail a todo el mundo.
2008
El candidato presidencial Barack Obama compila una base de datos de más de 13.000.000 de direcciones de email.
2010
Con el auge de los dispositivos móviles, comenzo a diseñarse y a desarrollarse correos electrónicos responsivos.
Para ese año, cerca de la mitad de los correos electrónicos ya se abrían en teléfonos inteligentes y tablets.
2011
Se cambia e-mail por email y el diccionario de Oxford reconoce oficialmente LOL, OMG, TMI y FYI como palabras.
2014
Este año se empiezan a dejar de utilizar las campañas masivas de correo electrónico en favor de menajes más personalizados.
2018
¿El fin del spam? Los correos electrónicos de este tipo habían bajado al 39% desde el 92% en 2008.
Con la publicación de la Ley del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) el 25 de mayo de 2018 para la UE, se dio a los Datos Personales la importancia que merecían y se otorgó a los ciudadanos el control sobre sus datos.