Hace un par de meses, EMC compartió los resultados de su encuesta Índice de Privacidad 2014, que analizó las tendencias de datos e información desde una perspectiva de gran escala. La investigación sugiere que cuanto más joven es y más conectada está una persona, más probable será que esté dispuesta a intercambiar su privacidad por datos e información.
Asimismo, hay muchos artículos que señalan muchas otras diferencias importantes entre quienes pertenecen a la generación X y a la generación Y. Básicamente, los símbolos de riqueza que cautivan (y, en muchos casos, motivan) a quienes pertenecen a la generación X o la generación del “baby boom”, como los autos ostentosos, las casas grandes, las piscinas, los puestos de trabajo sénior con muchos subordinados, etc., no atraen a las nuevas generaciones.
Si a eso se suma el hecho de que dirijo una operación de negocios de buen tamaño, me pregunto si realmente estamos listos y si los beneficios en el campus empresarial, similares a los que ofrece Google, verdaderamente importan en la actualidad.
PROYECTO BRIGADA
En vista de esto, ¿cómo pueden prepararse las organizaciones para pasar la antorcha a la siguiente generación de líderes?
La respuesta radica en comprender qué motiva a esa generación. No es suficiente decir que somos diferentes; debemos comprender cómo piensa la generación del milenio, por qué hace lo que hace y, lo que es más importante, qué los motiva a hacer lo que hacen.
Para obtener estas respuestas, decidí investigar un poco por mi cuenta. Usé mi amor por las computadoras, mi obsesión con los videojuegos y mi fiel iPad, y “acampé” con un equipo de la generación del milenio y algunas personas de la vieja guardia durante un par de meses.
Por pura casualidad, me invitaron a participar en una brigada en un juego de estrategia con tanques, y esto resultó ser un puesto de observación ideal.
Esto es lo que aprendí:
1. La agilidad es fundamental: nada se mantiene constante. La generación del milenio prueba, modifica, vuelve a modificar y mejora constantemente. De hecho, la velocidad de los cambios es asombrosa, al igual que las discusiones que generan. No temen en absoluto a los cambios; desafían el statu quo y están motivados para innovar.
2. Asumen rápidamente la función “alfa”: si no parece haber un líder definido, puede estar seguro de que un miembro de la generación del milenio asumirá el rol alfa y comenzará a dar instrucciones. Por ejemplo, si la estrategia que se sugirió al comenzar las actividades de la brigada no se sigue de inmediato, invariablemente alguien surgirá como líder.
3. Esperan que se les incluya. Consideran que se los reclutó por un motivo y, por lo tanto, esperan que su voz se escuche y se valore con la misma importancia.
4. Son respetuosos y ofrecen halagos y comentarios de inmediato.
5. Investigan y practican mucho: nunca pretenden abordar una tarea sin prepararse. Organizan sesiones de práctica, comparten mejores prácticas, abren el diálogo sobre mapas y ubicaciones, e incluso envían PDF, videos o enlaces para ayudar a los demás con la estrategia.
6. No tienen miedo de compartir información personal: valoran la camaradería y “la unidad” por encima de la privacidad individual.
7. Crean vínculos fácilmente con personas que demuestran tener valores similares.
8. Tienen una capacidad innata de dedicarse a varias tareas al mismo tiempo.
9. No tienen miedo de tomar decisiones cruciales. Tampoco se toleran las personas que se dan por vencidas fácilmente.
10. Tienen compasión por personas que son prácticamente extraños.
No, los miembros de la generación del milenio no son los monstruos de 3 cabezas que imaginaban los de la generación X y del “baby boom”. Sus valores no son extraños. De hecho, son admirables. Su deseo de recibir una respuesta instantánea y de seguir adelante desafiará a las organizaciones a solucionar algunas de las prácticas burocráticas establecidas en la actualidad. Eso es bueno y muy necesario.
*** Por Guy Churchward, Presidente de la División de Disponibilidad y Protección de Datos de EMC
Pingback: Emprendedores dot-com (Parte 1) - Mundo PYME
Pingback: 3 errores de jóvenes emprendedores al iniciar un negocio - Mundo PYME