La startup Albo busca lo que es una de los grandes retos de la economía mexicana: mejora el porcentaje de bancarización de la población.
Nuestra cultura occidental, en general, suele subestimar a la suerte como factor.
De hecho, desde el punto de vista de la psicología hasta existe un nombre para quienes creen que factores externos a su voluntad pueden definir lo que le pasa: son quienes tienen un “locus de control externo”.
No obstante, la cierto es que, a veces, factores ajenos a nosotros propician cosas. En el caso de las startups del llamado “Fintech”, la necesidad de la banca “tradicional” de lograr saltos disruptivas favorece a todo este ecosistema.
¿Por qué? Porque los bancos han descubierto que su cultura y estructura dificulta (aunque no quieran) la innovación así que es más fácil “adoptarla” que “generarla”.
Y, no se equivoque: DISRUPCIÓN es la palabra de moda en el sector bancario.
La digitalización, las tecnologías móviles y el desarrollo de la Inteligencia Artificial (IA) ofrecen nuevas herramientas para mejorar la experiencia de los clientes.
Exclusión financiera y digital
Sin embargo, millones de personas siguen sin estar bancarizadas, especialmente en economías emergentes, y muchas más carecen de educación financiera básica para gestionar sus finanzas.
Para resolver este reto llega Albo, un producto nacido en México a principios de 2016 al que su fundador, Ángel Sahagún (29), prefiere llamar app antes que banco.
Albo oferta los mismos servicios de un banco tradicional sin apenas parecerse a ellos, y pretende hacerlo mucho mejor.
Por un lado, funciona como un asesor bancario que permite:
- Recibir y hacer transferencias;
- Domiciliar nóminas;
- Pagar online o de forma física en cualquier establecimiento gracias a la tarjeta de crédito que lleva asociada.
Por otro, carece de oficinas físicas, gestores personales y cobros por saldos mínimos, anualidades o el uso de la tarjeta.
ML para el ATC
Todas las ventajas de Albo han convertido a Sahagún en uno de los Innovadores menores de 35 Latinoamérica 2017 de MIT Technology Review en español.
“En Albo estamos obsesionados con ofrecer la mejor experiencia para el cliente”, afirmó el joven emprendedor.
Y su gran herramienta para conseguirlo es el aprendizaje automático (ML, por su abreviatura en inglés). Así, los algoritmos de la aplicación permiten una clasificación y visualización automáticas de los gastos del usuario.
Por ejemplo, si el cliente efectúa un pago mensual a Netflix, Albo lo clasifica directamente en la categoría de Entretenimiento. Además, la aplicación notifica cada gasto directamente al móvil y da acceso al historial de gastos a través de un clic.
Primero en LatAm
Todo ello responde a la voluntad de Albo de empoderar al cliente en su toma de decisiones financieras.
En los primeros CUATRO (04) meses de vida, Albo ha conseguido más de 5.000 clientes, los cuales han realizado transacciones por un total de 50 millones de pesos mexicanos (unos US$ 1,27 millones) y recibido un total de 110 millones de pesos en depósitos (más de US$ 2,77 millones).
Pero Sahagún tiene una visión mucho más ambiciosa para su compañía. Aspira a alcanzar los dos millones de clientes en 2020, lo que situaría a Albo como la empresa líder de servicios financieros en Latinoamérica en el medio plazo.
Si logra alcanzar el objetivo marcado, el joven emprendedor cree que su producto podría mejorar la educación financiera y el conocimiento de sus finanzas personales de cientos de miles de personas.
Muchas de ellas podrían bancarizarse por primera vez gracias a la aplicación.
El reto mexicano
En México, por ejemplo, aunque la mitad de la población carece de cuenta bancaria, la penetración de smartphones ya supera el 80%.
La bancarización de los ciudadanos podría reducir la inseguridad y la informalidad de la economía, obstaculizando la corrupción y facilitando la recaudación impositiva.
Para Sahagún, el crecimiento y desarrollo de Albo se inscribirá en una transformación radical del sector bancario.
En el futuro que anticipa el emprendedor mexicano, los bancos adoptarán un formato as-a-service, ofertando sus productos en un mercado bancario digital abierto.
En los próximos años, Albo podría convertirse en esa plataforma digital para Latinoamérica capitalizando sus capacidades de asesoramiento inteligente y la excelencia de la experiencia cliente.
El CEO de Hoteles City Express, y miembro del jurado de Innovadores menores de 35 Latinoamérica 2017, Luis Barrios, cree que Albo “ofrece una oportunidad de inclusión financiera a la población no bancarizada de México y Latinoamérica” por su accesibilidad y asequibilidad para todas la edades y estratos sociales.
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