Una herramienta primordial de cualquier emprendedor es el pitch deck, ya que es la clave para vender tu proyecto y buscar capital de inversionistas, además de que también te ayuda a esquematizar las ideas clave de tu startup.
Muchos emprendedores creen que esta presentación se trata sólo de un PowerPoint con la suma de algunos datos, sin embargo debes tener presente que cuentas con tan solo unos minutos para ser lo suficientemente convincente para vender el proyecto al que le has dedicado meses o años de trabajo. Por lo tanto deberás incluir la ideología de tu empresa, tu plan de negocio, la visión de crecimiento y tus proyecciones financieras en una breve presentación visual que te ayudará a ganarte la confianza e interés de los inversionistas.
De acuerdo con el estudio 200 startup pitch decks, realizado por DocSend, los inversionistas dedican un promedio de 3 minutos y 44 segundos leyendo un deck. Eso no es mucho tiempo, por lo que tendrás que ser muy claro, conciso y preciso.
A pesar de la brevedad de las presentaciones, que generalmente se realizan en un promedio de 10 diapositivas, crear un buen pitch deck no es una tarea fácil y más si nunca lo has hecho y eres un emprendedor primerizo, por lo que aquí te dejamos algunos consejos de G2 Consultores, -firma especializada en generar estrategias para proyectos emprendedores- para que realices uno convincente:
Atrapa la atención desde el principio. Se trata de enganchar a tu audiencia; debes describir tu negocio con la menor cantidad de palabras posible. Imagina decirle a un niño de qué se trata tu negocio. Si no puede hacer esto es hora de repensar la introducción para los inversionistas, ya que es probable que desde ahí pierdas su atención.
Empatía. Trata de ponerte en los zapatos de los inversionistas: presenta información real y medible sobre tu startup, lo que les permitirá detectar el potencial de tu empresa. Conocer tus métricas mejor que nadie es clave.
“Una de las primeras cosas que ven los fondos de inversión en un pitch deck es si el modelo de negocio pinta para ser relevante en el mercado y si se podrá ampliarse o no, así como en los datos sobre la captación de clientes tanto en el presente como a futuro”, señala Israel Cerda de la Garza, socio de G2 Consultores.
Simplicidad. Debes explicar de manera clara y sencilla información crítica como el problema que soluciona tu producto o servicio, tu modelo de negocio y la tracción. Realmente no puedes equivocarte en esto.
Vínculo emocional. Puede ser con una historia personal o un escenario hipotético, pero debes generar confianza con las personas que apostarán su dinero en ti. Recuerda que muchas de las nuevas empresas se fundan debido a un problema que enfrentaron. Un ejemplo de éxito es el de la plataforma de red de pagos móviles Dwolla: su fundador compartió una gran historia de cómo pagó 50,000 dólares al año en comisiones de tarjetas de crédito y luego creó una solución para nunca volverlo a hacer. Su pitch deck le arrojó una inversión de 16.5 millones de dólares.
Adiós monólogos. Hablar sin parar puede llegar a ser aburrido y tedioso para los inversionistas y oyentes en general. Esto es peligroso porque perder su atención podría significar también decirle adiós al capital de inversión.
“Una presentación inversionistas debería ser una interacción. Incentivar a que durante el pitch deck se haga una interacción inteligente es donde realmente los inversionistas podrán ver parte de tu inteligencia”, indica Cerda.
Lenguaje verbal. Además de la presentación de las diapositivas, tu lenguaje verbal es de gran importancia, ya que lo que digas y cómo lo digas será primordial para ganarte la confianza de los inversionistas. Hablar bien y que se refleje tu conocimiento sobre lo que estás hablando es esencial para una buena presentación.
Escuchar. Saber escuchar es una de las cualidades de gran valor en una persona, así que si esto es uno de tus puntos flacos, trabájalo. Durante la presentación del pitch deck seguro te harán preguntas que tendrás que contestar.
“Si tienes un discurso perfectamente estructurado, pero si te sientas y los inversionistas te preguntan cosas que no planeaste y no sabes responder o te trabas, podrían poner en duda tu capacidad para comprender las inquietudes de tu audiencia. De ahí la importancia de saber escuchar”, detalla el socio de G2 Consultores.
Sin titubeos. En el ambiente intenso de una presentación a inversionistas, una de las cosas que dañan tu pitch es la ambigüedad. Si dices cosas que se contraponen en la presentación, se generarán dudas. Si titubeas a la hora de describir tus proyecciones, no las va a creer nadie. Es importante tener claro lo que vas a decir y decirlo con asertividad.
No mientas. Es casi seguro que los inversionistas te harán muchas preguntas, ya que querrán estar seguros de si quieren o no aportar su dinero a tu empresa. Mostrar o contestar con información falsa es un grave pecado. Para ellos es más valioso que cuando no sepas una respuesta seas honesto y lo digas. Una buena alternativa a esto es decirles que tienes la deposición de aprender de su experiencia en los temas donde tienes poco o nulo conocimiento.
Vende éxito. Demuestra que sabes lo que tu producto puede hacer, enseña su potencial y cómo piensas aprovechar el impulso obtenido a través de las inversiones que buscas para que pueda alcanzar el éxito.
Recuerda que el pitch deck es la hoja de vida de tu startup y será la primera impresión que tendrán los posibles inversionistas de tu proyecto, por lo que muchas veces recurrir a lo básico funciona: una gran introducción, resumen de los problemas y las soluciones potenciales, oportunidades de mercado, productos, estudios de caso, hitos, tracción y un plan a futuro, siempre serán fundamentales. Igualmente hay otros aspectos como una presentación no tan larga, que no incluya demasiado texto y sin fuentes pequeñas, además de tener una ortografía impecable, en los que no se puede fallar.