Aunque viva un aumento moderado, el trabajo remoto puede llevar a cambios fundamentales en la fuerza de trabajo, en la economía y en la política.
¿Trabajar en casa o vivir en el trabajo? Esa es una realidad que se ha convertido en una de las grandes preguntas que resultas de los cambios sociales impulsados por la pandemia. Internet se ha caracterizado por cambiar todas las costumbres del pasado, bien sea TV por cable, el periódico físico o las tiendas por departamentos. Ahora con la pandemia bloqueando la economía del cara-a-cara, parece estar en camino la transformación de la relación entre el trabajo y el hogar.
Al concluir la pandemia, se proyecta que uno de cada seis empleados continuará trabajando desde la casa por lo menos unos días a la semana y la quinta parte de la fuerza de trabajo pudiera ser totalmente remota. Cuándo los empleados de oficina sepan que la oficina será opcional significará que su empleo en la gran ciudad ya no existe. Estos cambios, aún cuándo al principio ocurran en forma moderada, podrían llevar a transformaciones significativas y sorprendentes en el futuro cultural, económico y político de muchos países. Estas transformaciones pudieran verse de la siguiente manera:
La revolución de la “telepresencia”
Desde el año 2.000, en la medida en que aumentaron los gastos en viajes, comida y diversión, también se incrementó el empleo en ese sector del servicio tres veces más rápido que en el resto de la fuerza de trabajo. Sin embargo, con el auge del trabajo remoto la época de oro de este sector puede haber terminado, ya que llevará a una vida más anclada en el hogar que genera menos trabajo para otros.
Una caída de viajes de negocios de 10%-20% significará menos puestos de trabajo en líneas aéreas, hoteles y restaurantes. También sufrirán los negocios locales y disminuirán los puestos de trabajo en las grandes ciudades. Lo que la revolución del comercio de Internet le hizo a las tiendas físicas, lo puede hacer la tele-presencia al empleo cercano a la oficina. La tendencia de los últimos 80 años ha sido que al hacerse más rica la sociedad, gasta más en ocio y recreación. Mientras más familias se muden de las grandes ciudades, mayor será el estímulo para el crecimiento de tiendas y restaurantes en las zonas menos prósperas.
En contra-posición habrá que ver el mayor valor que puedan adquirir las reuniones cara-a-cara y su rápida consecuencia en los viajes de negocios.
Trabajo remoto aumentará el emprendimiento individual
En décadas recientes la oficina ha servido como la comunidad central para gran parte de la vida de negocios. Cuando otras instituciones asociativas – congregaciones religiosas, ligas deportivas, sindicatos – han retrocedido en importancia, el lugar donde la mayoría de los adultos entre la edad de 25 y 55 han estado presentes, casi cada día de cada semana, ha sido en la oficina.
Ahora las empresas están considerando disminuir el rol de la oficina. Dentro de las empresas el experimento de trabajo remoto tiene sus fanáticos y sus detractores. Hay empleados que se sienten sobre-trabajados y sub-productivos, emocionalmente consumidos y exhaustos. También sus relaciones con sus colegas han cambiado.
Muchas empresas se han convertido en grupos virtuales de chateo dentro de un ambiente de Zoom.
Muchos empleados al notar que su relación con la oficina es virtual, posiblemente tomarán algunas responsabilidades externas adicionales e incluso montarán sus propias empresas. Las mismas herramientas a las que se han acostumbrado sirven para ello. Profesionales ambiciosos, en diferentes especialidades, pudieran inclinarse a arrancar una actividad propia. Es una manera de monetizar su independencia. Una nueva etapa de emprendimiento pudiera nacer también asociada a la sobrecarga de angustia de existencia social generada por la pandemia. Por supuesto, también puede obligar a las empresas a reforzar el regreso a las oficinas si sienten que el trabajo remoto atenúa los lazos culturales de la fuerza de trabajo.
El éxodo de las grandes ciudades puede redefinir el futuro político
La transformación demográfica que implicaría la mudanza de muchas personas desde las grandes ciudades a otros lugares puede producir un cambio mayor en la visión política de los países. Los habitantes de las grandes ciudades tienden a tener una opinión política más liberal y menos conservadora que los que viven en ciudades más pequeñas. Esto necesariamente obligará a los partidos políticos a realinearse para buscar el voto y la activa presencia de un grupo preparado y activo que tiene capacidad transformadora mayor.
Como terminarán manifestándose las tendencias
Nada es absolutamente cierto. Cada nueva tendencia tiene su reacción contraria. La telepresencia puede afectar los negocios en las grandes ciudades, pero la disminución en el precio de las propiedades puede generar un resurgimiento de nuevos restaurantes. Trabajo remoto puede aumentar el emprendimiento individual, pero las empresas al sentir la pérdida de talento pueden forzar el regreso de las oficinas. Trabajadores remotos gastarán más dinero y tiempo dentro de sus casas; más tiempo en comunidades en línea que con sus colegas y muchas se distribuirán dentro de los diferentes países.
Se hace referencia a The Workforce Is About to Change Dramatically https://bit.ly/2XO1Zfw. También aparece en mi blog https://bit.ly/2EAnslQ.