Prestación de servicios de alta calidad y capacidad de dar respuesta en tiempo y forma entre los principales motivos por los que las empresas recurren al Outsourcing.
Las empresas y organizaciones han tenido que hacer frente a los nuevos desafíos planteados por la crisis de la covid-19, una crisis sanitaria con implicación económica y social sin precedente por su profundidad, gravedad y lentitud en su desescalada. Una situación desconocida que ha alterado, modificado y obligado a adaptar tanto los protocolos como los sistemas de la organización de las empresas. La pandemia ha evidenciado la necesidad de complementar e incluso migrar el negocio físico tradicional, y buscar nuevas fórmulas más rentables como el outsourcing.
Las empresas, en general, han tenido que abordar nuevos desafíos para dar una respuesta resiliente, replantear sus retos, necesidades y prioridades a la par que impulsar su digitalización gracias a la implementación e incorporación de nuevas tecnologías.
La consultora Hasten Group, especialista en ayudar a los clientes en sus procesos de innovación y transformación digital, afirma que los sectores sanitario, turístico, hostelería, retail y bancario son los más azotados por la pandemia y los que más han acelerado su proceso de digitalización o disrupción digital.
Un cambio en la forma de trabajar
La Transformación Digital va más mucho más allá de abrir una web o perfiles en las redes sociales, implica un cambio en la forma de trabajar, hace necesario adquirir nuevas competencias digitales, buscar nuevas formas de comunicarse, de colaborar, etc. Algunas empresas recurren al Outrsourcing o externalización estos servicios técnicos o especializados como estrategia eficaz y rentable; de esta manera, están centrados en sus actividades prioritarias y delegan otras a proveedores externos, garantizándose así la capacidad de dar servicios de calidad, en tiempo y forma.
La inversión en digitalización en 2020 se ha recuperado (en 2019 descendió un 25%), pero lo hace de forma tibia y poco concluyente situándose al país por detrás del resto de economías avanzadas según el II Informe de Digitalización de la empresa española. La pandemia ha cambiado la visión de muchas empresas: un 7% asegura haberse iniciado en el comercio electrónico como forma de mantener la actividad, y un 20% considera que continuará con esta práctica al menos seis meses más.
En cuanto a digitalizar el negocio, un 16% de las compañías afirma que tendrá un alto impacto a corto plazo, frente a un 40% que otorga a la digitalización una importancia baja a medio plazo. Los principales obstáculos que encuentran los empresarios afirman desde la consultora especializada en Outsourcing, son: la falta de conocimiento, cómo adaptar su negocio y por otro, los factores económicos, la crisis ha menguado la capacidad económica de muchas empresas y la falta de propuestas.
Por la innovación y la productividad
En consonancia con la apuesta por la innovación y la productividad, el Ministerio de Economía y Transformación Digital ha aprobado una inversión en digitalización y telecomunicaciones que ascenderá a 4.230 millones de euros. Seis veces más que los 718 millones que se destinaron en 2020. Su objetivo es avanzar en la Agenda Digital del Plan España Digital 2025 articulado en torno a diez ejes, abordando los diferentes ámbitos de la digitalización.
Actuaciones dirigidas a promover la conectividad digital, el despliegue del 5G, reforzar la capacidad en ciberseguridad, la digitalización en las Administraciones Públicas y de las empresas, en especial, pymes y startups, el desarrollo de proyectos tractores como el agroalimentario, movilidad, salud, turismo, comercio o energía, el impulso de España como un hub de producción audiovisual, el desarrollo de la economía del dato y la inteligencia artificial, o bien la garantía de derechos digitales de la ciudadanía en el nuevo entorno digital.
Este plan impulsaría la digitalización completa de la economía española y de la sociedad de forma sostenida y sostenible, priorizando la vertebración económica, social y territorial del país. Una auténtica reforma estructural para el futuro.
No es una opción es una necesidad
La apuesta por la digitalización no es una opción es una necesidad manifiesta para mejorar su productividad, procesos de fabricación, llegar a nuevos clientes, penetrar en nuevos mercados en definitiva ser más eficientes y competitivos.
La transformación digital ha de ser, según Hasten Group, un proceso transversal, integral y multisectorial que abarca a todo ecosistema empresarial y requiere de resiliencia y de notables inversiones programadas en innovación y productividad.
En estos nuevos tiempos, nuevos retos, nuevas formas y procesos de trabajo, el Outsourcing se abre un hueco. Fundamentalmente a la hora de externalizar aquellos tareas y servicios especializados que permitan seguir a la empresa contratante seguir siendo eficaz y eficiente.