Siempre celebramos con fuegos Artificiales cuando alguna cifra de Statista representa buenas noticias a América Latina.
En el mes de la Mujer, el liderazgo de las emprendedoras de la región es un dato resaltado que debe alegrarnos pero sin desbordar nuestro entusiasmo.
La desigualdad en América Latina es vista como uno de los principales impulsores del emprendimiento. En especial el femenino.
Esto, sin embargo, podría ser una buena noticia según un reciente informe de Statista en el que se señala que:
- El emprendimiento femenino es una tendencia que se fortalece en las economías emergentes
- América Latina es la región con más alta proporción de mujeres emprendedoras
En este punto hay que destacar que la infografiía elaborada por Statista interpreta los datos del mas reciente estudio de la Global Entrepreneurship Research Association.
Esta asociación ha sido reconocida por ser la organización privada que realiza el más exhaustivo seguimiento al fenómeno emprendedor en el ámbito global.
La investigación que generó el informe se realizó en 49 naciones que incluyen países de rentas bajas, medias y altas.
Buenas y malas noticias
Pero los datos del GEM hay que revisarlos con cuidado. Si bien es una buena noticia que Latam encabece la lista de concentración de emprendedoras, lo que esto significa no están halavueño.
De hecho, el reporte de Statista destaca que, de todos los países analizados, sólo cinco mostraron tasas iguales o superiores de participación de mujeres en la creación o dirección de nuevas empresas en comparación con los hombres:
- China
- Colombia
- Ecuador
- Tailandia
- Y Lituania
De estas cinco economías todas son de renta baja con excepción de Lituania que se inscribe en la categoría de renta media.
Otros datos relevantes con respecto a América Latina son los siguientes:
- Un tercio de las ciudadanas ecuatorianas de entre 18 y 64 años se encuentran en la etapa inicial de establecer su propia empresa. Es decir, en los primeros 3,5 años de vida de su negocio.
- Esta proporción asciende al 30% en el caso de Chile
- Y a más del 28% en Guatemala y Panamá
Las malas noticias, según Statista
La primera mala noticia que nos da Statista con respecto al emprendimiento femenino es que ES producto de la pobreza y la desigualdad.
Así que el comportamiento emprendedor, especialmente en las mujeres en los tiene un fuerte componente de necesidad.
¿Cómo llega la empresa investigadora a esta conclusión? Pues, porque los datos del GEM demuestran que otros estados, con economías más desarrolladas cuentan con tasas muy bajas de mujeres emprendedoras.
En esta categoría encontramos países como:
- Japón
- España
- y Alemania
En estas economías la tasa de la emprendimiento femenino no supera el 10%. Esto es atribuido a una mayor cantidad de opciones de trabajo y a niveles más altos de competitividad entre las empresas.
Estos factores suelen hacer menos atractivo el proyecto de fundar una compañía propia. El emprendimiento se convierte en la excepción, no en la regla.
Pero si el emprendimiento femenino es una consecuencia virtuosa de una economía en problemas, la otra mala noticia tiene pocos atenuantes.
Fracaso y resiliencia
La segunda mala noticia que se desprende del informe de Statista es que, aunque la pobreza es un impulsor del emprendimiento femenino, también es la causa del fracaso de la mayoría de los emprendimientos.
¿Por qué? Porque las causas de la pobreza no favorecen el consolidar un negocio:
- Una menor cantidad de años de educación formal no sólo deja a las personas con menos oportunidades de trabajo bien remunerado.
- La falta de educación significa que las personas, posiblemente, no poseen las competencias y conocimientos que podrían llevarlos a ser más exitosos.
- Además, las economías con problemas suelen tener déficits de acceso al crédito.
- Mientras que los emprendimientos en etapas tempranas suelen necesitar mucho dinero para que no se tiene si se es pobre. Menos una mujer pobre.
No obstante, estos datos no son una fatalidad. El periodista, profesor universitario y miembro de la Comunidad B Venezuela, Carlos Delgado Flores, destaca en una publicación para Linkedin que el GEM Venezuela, superadas las etapas iniciales de emprendimientos (con uns tasa es de mortalidad del 50%), las cosas mejoran.
Lo que no dice Statista: educar, educar, educar
Así, encontramos en el caso venezolano que, si se superan los primeros tres años es porque:
- El promedio de edad de los fundadores aumenta
- Este aumento ocurre, también, en la proporción de mujeres en la dirección. Allí encontramos, principalmente, personas con estudios de secundaria y jefes de hogares.
- La mayoría de los emprendimientos establecidos o en etapa temprana se ubican en el quintil de ingresos 4 (medio – alto)
Desafortunadamente, en los emprendimientos en los quintiles 1 al 3 –lo que llamamos base de la pirámide– se cumplen las lógicas señaladas previamente: los emprendimientos en los segmentos más pobres que superan las etapas iniciales son menos.
La gran conclusión de estos datos es que la educación es esencial para impulsar que los emprendimientos en nuestros países sean más exitosos y contribuye a reducir las brechas de pobreza, inclusión, desigualdad y, por supuesto, género.
