Los datos reflejan que un cambio cultural estaría ocurriendo en México ya que no es la exclusión lo que aumenta el emprendimiento femenino.
Por: Entreprenuer
Tomado de Agenda WEF
Según revela el informe de la mujer del Global Entrepreneurship Monitor (GEM) 2016/17, de las 74 economías examinadas, México es una de las cuatro – y la única en América Latina – en las que la participación de las mujeres es más alta que la de los hombres. La relación mujer-hombre de los emprendedores en México es de 1.1 a 1, sustancialmente mejor que Chile (0.7) y Uruguay (0.5). En Brasil, por su parte, la relación es uno-uno, es decir los hombres y mujeres participan en la misma medida.
El estudio, patrocinado por Babson College, Smith College, Korea Entrepreneurship Foundation, Tecnológico de Monterrey, Universidad del Desarrollo, y Universiti Tun Abdul Razak, indica que la mayoría de las emprendedoras mexicanas iniciaron sus actividades emprendedoras por oportunidad.
Sólo el 19,1% de las emprendedoras mexicanas empezaron presionadas por necesidad o circunstancias adversas al no encontrar otras fuentes de ingresos. Esta cifra inferior a la de la mayoría de los países de América Latina y el Caribe, con excepción de Belice (8,6%), Perú (13,2) y Colombia (17,1).
“Fuera de países asiáticos como Indonesia, Filipinas y Vietnam, México es un caso especial en que sus mujeres están participando más que los hombres en la actividad empresarial”- dijo Elvira E. Naranjo Priego, directora del departamento de economía de la Escuela de Negocios, Ciencias Sociales y Humanidades de Campus Monterrey e investigadora principal del GEM en México.
Emprendedoras en el mundo
El espíritu emprendedor de las mujeres va en aumento. Durante el año pasado, 163 millones de mujeres en 74 economías han iniciado negocios en todo el mundo. Esa es una de varias conclusiones del informe GEM.
“Esto no sólo demuestra la magnitud del impacto que el emprendimiento femenino tienen en todo el mundo, sino que destaca la contribución que hacen para el crecimiento y el bienestar de sus sociedades”, dijo Donna Kelley, profesora del Babson College y coautora del informe. “Las empresarias contribuyen ingresos a sus familias, emplean a las personas en sus comunidades y ofrecen productos y servicios que aportan un nuevo valor al mundo que las rodea”.
GEM encontró que la Actividad Emprendedora en Etapas Iniciales (TEA para la sigla en ingles) entre las mujeres aumentó en un 10%, y la brecha de género (proporción de mujeres a hombres que participan en el emprendimiento) se redujo en un 5%.
Estas mismas economías muestran un aumento de 8% en el número de mujeres que son dueñas de negocios propios establecidos, y por Europa, América del Norte y Asia, cerca de 10% de aumento en las percepciones positivas de que las mujeres tienen buenas oportunidades para iniciar un negocio.
El informe de las mujeres de GEM 2016/17 también añade una nueva consideración: las mujeres como inversionistas empresariales. Mientras las tasas de participación varían, la participación de las mujeres como inversionistas sugiere una sólida base de recursos a partir de la cual las propietarias de negocios pueden crecer.
Las economías de GEM en la encuesta de 2016/17 cubren el 69% de la población mundial y el 85% del PIB mundial. En su decimoctavo año consecutivo, GEM continúa sirviendo como el más grande y completo estudio único de emprendimiento en el mundo.
Perspectiva para un mejor apoyo a las mujeres empresarias
GEM, ahora en su decimoctavo año, ha ganado un amplio reconocimiento como el estudio longitudinal más autoritario del emprendimiento en el mundo y, como tal, ofrece ideas valiosas para guiar la investigación futura y la toma de decisiones políticas, así como el diseño de intervenciones que pueden mejorar el espíritu emprendedor de las mujeres, dijo el director ejecutivo de GEM, Mike Herrington.
Los datos de este último informe destacan varias tendencias y paradojas claves sobre el emprendimiento femenino, dijo Herrington. “A medida que aumenta el desarrollo económico y el nivel educativo, la participación empresarial entre las mujeres disminuye y la brecha de género aumenta, pero la descontinuación del negocio también se ralentiza.
Mientras que la tasa de discontinuidad femenina supera a la de los hombres en los tres primeros niveles de desarrollo, aunque sólo en un 10%, menos mujeres en economías desarrolladas por la innovación han salido de las empresas y sólo dos tercios de la tasa de hombres.
También cabe destacar para los responsables de la formulación de políticas que, en promedio, las mujeres exhiben una probabilidad de 20% o más de citar la necesidad como un motivo para iniciar un nuevo negocio en comparación con los hombres, especialmente en las economías menos desarrolladas. Un hallazgo positivo es que las mujeres empresarias tienen una probabilidad 5% mayor de innovación en comparación con los hombres.
Aunque no hay respuestas claras en el informe, los datos proporcionan una base importante para el apoyo al crecimiento del emprendimiento femenino y la creación de valor económico y social en todo el mundo, comentó Herrington.
“En muchos aspectos, este informe muestra que las emprendedoras de todo el mundo son más diferentes que similares en términos de demografía personal, actitudes y tipos de negocios que administran”, dijo. “Esto sugiere que las iniciativas de apoyo para las mujeres empresarias deben ser adaptadas y personalizadas por economía – en lugar de adoptar un enfoque único”.